En un mundo donde los cambios y las transformaciones aceleradas son las bases del diario vivir,
resulta primordial que el ser humano, en especial el profesional, comprenda este proceso y logre adaptarse a
cualquiera de las repercusiones que vengan de ello. Es necesaria esta comprensión,
dado que, este cambio influye en aspectos universales, como lo social, lo
cultural, las ideas, los valores, las creencias, etc. Por ello, a continuación,
en un corto análisis, entraremos a considerar los elementos y las herramientas
que se proponen en el libro “Pensar sistémico,
una introducción” de José Antonio Garciandía pag.17-34 y en 6 Videoclips del profesor Andrés López, lo
cual nos ayudara a enfrentar el mundo sistémico en que vivimos y ver los
alcances y conceptos del pensamiento sistémico.
El pensamiento sistémico es el acto de abordar los conocimientos por
partes, involucrando en dicho acto la mente, la realidad y las ideas, para
aproximarse cada vez más al entendimiento de las relaciones o conexiones que
cada conocimiento desprende y abarca.
El hecho de que el individuo entienda los aspectos de un conocimiento,
le ayuda a que no se le dificulte el mezclarse e interactuar en variedad de
eventos, los cuales en conjunto pueden formar un sistema complejo, y este
amplio campo de acción en dicho sistema, puede traer resultados bastante
positivos para el ambiente al cual pertenece y para sí mismo. Tener la ventaja
de conocer los limites, ayuda al momento de definir metas y propósitos, cuya
prioridad es la de no salirse del camino y buscar ser eficiente en cada paso.
No solamente el sujeto tendrá claro su concepto de identidad en sí mismo, sino
que como componente propio del sistema, entenderá que al combinar sus conocimientos
con los de otros sujetos podrá fortalecer las relaciones y contribuir al orden
de una meta. Así, el pensar sistémico empieza a tomar una forma parecida a las raíces
de un árbol, o a las conexiones que hay entre las neuronas de nuestro cerebro,
se comporta como un sistema, el cual tiene subsistemas, y cada componente
resulta ser importante para hacer frente a la realidad.
El libro nos habla de dos métodos y formas para acceder al conocimiento,
la ciencia y la sistémica, las
cuales se complementan y sirven de apoyo para explicar las conexiones entre una
idea y otra; cuando no podemos hacer un análisis por medio de la ciencia,
podemos hacerlo por medio de la sistémica. Y así somos libres de saltar
mentalmente de un lado al otro, y con ello lograr entrar en los contextos del
momento. El pensamiento sistémico se compone de cuatro elementos, que hacen
parte de los métodos y herramientas que hay que tener claros para acceder al
conocimiento.
Primero encontramos el Constructivismo,
se aplica en la manera de cómo abordamos la realidad, cómo conceptualizamos los
objetos y de acuerdo a ello cómo nos comportamos. Principalmente se basa en que
el sujeto debe tener la capacidad de observar y tomar decisiones desde
diferentes perspectivas y puntos de vista. Luego hallamos la Hermenéutica, que se aplica a la
capacidad de interpretar, la mediación de un lenguaje comprensible entre los
eventos del sistema, para que cada sujeto interprete adecuadamente lo que
escucha y observa. En seguida nos topamos con la Cibernética, que se aplica al estado ideal que deben tomar las
causas dentro del propósito, para ello se deben de conocer los limites,
posibles errores y factores que hay que enfrentarse, para prontamente tomar
decisiones. Y finalmente, encontramos al Pensamiento
complejo, el cual integra, relaciona y conecta la realidad para interpretar
los conocimientos y la unión de los tres anteriores elementos. Con ello tomar y
mostrar una actitud frente a los asuntos en la ecología del momento del
individuo.
Ahora, es de vital importancia ver que simboliza en un profesional, en
este caso un ingeniero industrial, el pensamiento sistémico. En general, el
pensamiento sistémico para un ingeniero industrial resulta ser uno de sus medios
más importantes por el cual hacerse reconocer y mostrar su nivel de competencia
y profesionalidad a nivel laboral, y no solo de ello, se refleja a sí mismo
como un individuo integro que conoce la importancia de conectar, conocer su
entorno y dar soluciones que involucren la realidad y el colectivismo humano,
como pieza fundamental en el avance de un sistema, una planta, una organización
o cualquier ambiente ya sea personal o profesional, al cual deba enfrentarse y
sobresalir siempre y cuando con el reconocimiento y la conservación de su
entorno.
Para concluir, un ejemplo que me llamo mucho la atención, seria el del capitán
(el navegante), en su barco (en el piso) y podemos trasladarnos mentalmente a
la época dorada de la navegación, cuando los barcos de vela eran sinónimo de
poder y exploración, y podríamos pensar en ello. Cómo lograba funcionar
enteramente un barco con la coordinación de la tripulación y al mando un capitán,
que en este caso sería el ingeniero, el cual debía conocer cada parte de aquel
barco, tanto el timón, como la popa, la proa, los mástiles, etc. Y con ayuda de
su tripulación, hacer frente a las grandes tormentas, manejando la velocidad y
guiarse por la ruta que los llevara más rápidamente y a salvo a su destino. Así
debe ser el papel de un ingeniero, que conozca a cada miembro de su tripulación,
que sepa cuando levantar las velas y cuando recogerlas, que se dé cuenta del
manejo de los recursos y de los obstáculos que el medio ambiente le depara, que
sea alguien de admiración para sus compañeros, que junto con el conformen un
sistema seguro, optimo y eficaz en cualquier circunstancia. Esto nos demuestra,
que siendo conocedores de las relaciones y conexiones de cada elemento y evento
en un sistema, interpretando, escuchando a la realidad, se puede lograr una
vista de 360º y salir de la malla que se forma teniendo un pensamiento vertical
y horizontal. Nos lleva al manejo adecuado de las decisiones, metas y propósitos
a llevar a cabo.
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