Para el ambiente competitivo y de requerimientos
funcionales en las que se desarrolla un Ingeniero Industrial, se demanda que
éste analice, investigue y desarrolle métodos y soluciones para las metas a
lograr. Pero para que dichas soluciones concreten una difusión excepcional y de
gran éxito en cualquier ambiente, éste debe buscar nuevas formas de manejar su
pensar y unir ideas, para generar sentido. El sentido y el éxito son fines que
requieren tiempo, constancia y perseverancia por parte del individuo, su posición
influye de gran manera, y por ello la condición en que piensa debe ser
diferente, o mejor dicho debe ser original. Una condición de pensar creativamente,
fuera de los estándares a los que se está acostumbrado. En este escrito veremos la importancia del pensar y sus beneficios para mejorar y transformar una
supply chain.
La manera de pensar tanto para empresa e
individuos suele ser muy lineal y cambiar dicha perspectiva puede ser muy lento
y hasta complejo. Sin embargo pasar de lo conocido a lo desconocido, marca un
reto importante de considerar. Sobre todo si lo que buscamos mejorar es la supply chain (cadena de suministro) que
se ha adecuado en una empresa. La supply
chain en una organización resulta ser muy importante, pues relaciona todas
las actividades que conforman la realización de un bien desde la materia prima,
hasta su cliente y consumidor final.
Para ver el pensar en una empresa. Se pueden comparar el tipo de empresas con un paralelo hacia los
hemisferios del cerebro, resulta interesante ver como se asemejan a las características,
y de acuerdo a ello a su pleno desarrollo corporativo, productivo y económico.
Con altas ventajas y desventajas en un ambiente competitivo. Mientras que una
empresa cerebral de lado derecho se centra en abordar su desarrollo y
crecimiento por un lado más cerrado, es decir, “dentro de la caja”, un
pensamiento lineal que se enfoca a estar dentro de su zona de confort. La
empresa cerebral de lado izquierdo, es más abierta a recibir propuestas y
mejoras que les permitirá trascender a un futuro de mayor estabilidad y salir
de su zona de confort. Todo ello influirá en las relaciones de producción del
bien, con la venta del mismo para los clientes. Pues la posición que tomemos,
se verá reflejada en todo el desarrollo de un negocio, en su posible éxito o
fracaso. Nuestras decisiones y actos se ven afectadas por lo que pensamos.
La forma de pensar se divide en tres niveles, enfoques o modelos que
pasaran a diferenciar el servicio que se desea prestar, y con ello la calidad y
permanencia de una supply chain. El modelo a que se pertenezca influirá en los costos que se tendrán que
pagar, desde la pérdida de clientes hasta el cierre total de una empresa.
El primer enfoque que vemos es la
forma de pensamiento lineal, significa que a corto plazo los suministros se manejan de forma incrementaría,
es muy básica, de acuerdo a los contratos puede que los proveedores colaboren o
no para el desarrollo final del bien. El segundo enfoque es la forma de
pensamiento en redes, la cadena de
suministro va más lejos de los estándares anteriores, los proveedores pueden
colaborar en el desarrollo del bien, y la influencia u opinión del cliente es
tomada en cuenta para un producto terminado de mayor calidad. El tercer enfoque
es el pensamiento sistémico, el cual resulta ser muy importante, pues alberga
relaciones más desarrolladas, gestiones más abiertas a proveedores y clientes, y
todos los entes se ven involucrados y responsabilizados a comprender y llevar a
adelante el proyecto como la unión de diferentes sistemas, donde todos conocen
los alcances y limites, a su vez se trata de superarlos y trascender a nuevos
conocimientos y avances.
Para llevar un adecuado
pensar, es necesario conocer el desarrollo de estos tres pensamientos, y
complementarlos, unificarlos. Sin embargo es más importante enfocarnos en el
pensar sistémico. Dado a que las empresas involucran a individuos, desde
proveedores, operarios, gerentes y los mismísimos clientes, es fundamental ver
la unión de todos estos sistemas y cambiar la forma de pensar. Cada uno debe
tomar conciencia de sus responsabilidades y conjugar soluciones y alternativas
de gran calidad. Quien aplica el pensamiento sistémico, podrá mantener sus
relaciones, tener unas acciones que les sean de agrado a sus clientes, y podrá tener
un futuro asegurado. Usando todos los lados del cerebro y conociendo su buen
manejo, seremos capaces de optimizar y diferenciarnos de otras empresas,
gerentes e individuos. Con ello marcamos nuestro futuro.
Pensando sistémico, podemos
hacer importantes cambios; tanto en suministros, métodos de tiempos, el
servicio al cliente mejorara, la calidad de nuestros bienes destacara, los
procesos serán efectivos, el mejoramiento continuo será nuestra mejor herramienta,
nuestros costos disminuirán y la economía aumentara. El pensar diferente, de maneras
creativas e innovadoras nos dará un emprendimiento y futuro más confiable.
Como concluiría “Mis pensamientos se convierten en palabras,
y mis palabras marcan mi destino”